¡Último adiós!
La actriz y cantante fue despedida con una misa de cuerpo presente en el rancho El Soyate, en Zacatecas
Ciudad de México
La actriz y cantante Flor Silvestre, quien falleció este 25 de noviembre, fue despedida con una misa de cuerpo presente en el rancho El Soyate, en Zacatecas.
A la ceremonia religiosa acudieron sus cinco hijos: Pepe Aguilar, Antonio Aguilar Jr., Marcela y Francisco Rubiales, y Dalia Inés, además de otras alrededor de 50 personas entre familiares, amigos y colaboradores.
Al terminar la eucaristía, Pepe Aguilar, uno de los dos hijos que tuvo con el también desaparecido Antonio Aguilar, agradeció el apoyo de los especialistas y personal que estuvieron al cuidado de la cantante, nacida en Guanajuato y que pasó los últimos años de su vida en Zacatecas.
“Pudiera seguir metiéndome en más honduras tristes porque es fácil hacerlo en este momento, pero no lo voy a hacer porque la señora Flor no es este momento, ni fue este momento. Fue alguien que vino a llenar de amor y cariño este lugar.
“A meterle todo el corazón a la zona para hacer con su marido, en medio de la nada, un lugar como éste”, dijo el cantante.
La misa, realizada en el rancho zacatecano que le construyó Aguilar a su pareja, estuvo amenizada con música de mariachi y banda.
Además de recordar a su madre como una mujer buena y de valores profundos, el intérprete de “Directo al Corazón” dijo que en honor a ella seguirá promoviendo a Zacatecas.
“Me comprometo que por mí no va a quedar, y que Zacatecas se va a seguir escuchando en todo el mundo, con el mismo respeto y valores que mis padres quisieron”, añadió Aguilar.
Los restos de Flor Silvestre estarán junto a los de Aguilar, quien falleció en 2007 y con quien se casó en 1959.
“Mi madre para mí no se va, al contrario, se expandió. Este fue su vehículo (la muerte) y ahora está en todos lados. En el momento que quiera, en el segundo que se me antoje, puedo cerrar los ojos y estar con mi madre.
“Ya se te hizo y vas a estar con él (Antonio Aguilar) para siempre. Eternamente ahí (en la cripta)”.
Su nieta, la también cantante Ángela Aguilar lloró al momento del entierro, mientras que su hijo Antonio Aguilar Jr. la despidió con un beso, momentos antes de descender el féretro.
La estrella de la Época de Oro del cine mexicano y una de las exponentes de la música vernácula mexicana falleció de causas naturales, en Zacatecas.
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