El Pancho López

Nadie sabe cuantos crímenes cometió, él presume de más de 100. 

Se trata de Fernando Hernández Leyva, apodado “El Pancho López” y tiene la pena más alta decretada por el Gobierno de Morelos, con una condena de 60 años. 

Actualmente está preso en penal de La Palma. Podría alcanzar la libertad en el año 2049, cuando tenga 84 años.

Poco se sabe de su infancia. Se sabe que nació en Cuernavaca en 1966.

Por su comportamiento violento, los psicólogos que analizaron su perfil dictaminaron que debió sufrir un tipo de violencia en su niñez. Se cree que fue durante la infancia en que nació la raíz de su vida dedicada al secuestro y asesinato.

También lo psicólogos señalaron que Hernández Leyva es un psicópata, que asesinó por satisfacción personal.

Probablemente esa sea la causa de los homicidios porque algunos se cometieron durante un asalto y donde no había aparentemente razón para asesinar a la víctima.

Algunos asaltantes lo hacen por dinero y cuando realizan el asalto despojan a sus víctimas de sus pertenencias, pero no las agraden físicamente.

Sin embargo, Hernández Leyva asaltaba y las víctimas le entregaron el dinero, pero de todas maneras fueron asesinadas sin poder defenderse.

Quizá la satisfacción de quitar la vida motivó más su carrera delictiva que el dinero que obtenía.

No fue fácil su aprehensión porque cometió sus delitos en los estados de Morelos, Colima, Guanajuato, Jalisco y Michoacán. Se le considera un asesino en serie y nómada, ya que la mayoría de los asesinos en serie actúa en una ciudad.

Fueron 13 años lo que duró su vida delictiva. Fue capturado en dos ocasiones, porque de la primera logró fugarse.

La primera fue ocasión fue en 1982, pero se les escapó a los custodios que lo protegían, pero en 1986 fue recapitulado.

En esta ocasión no trató de fugarse, sino de suicidarse. Intentó ahorcarse, pero Hernández Leyva es un hombre obeso y la cuerda que uso para suicidarse en su celda se rompió.

Tuvo lesiones leves y pero fue necesario ponerle vigilancia especial porque se cree que podría volver a intentarlo.

Los secuestros no los realizó solo, sino que tuvo tres cómplices, aunque sus compañeros de delincuencia no tuvieron mucha notoriedad.

La cárcel de Morelos no era un lugar seguro para retenerlo, así que fue necesario trasladarlo a la cárcel de máxima seguridad de La Palma, en 1999.

Cuando se realizó el traslado, unas personas se presentaron en el lugar. Eran familiares de las víctimas y buscaron lincharlo, aunque no lo lograron porque varios policías se lo impidieron.

Aunque el delincuente sí tuvo acceso a la televisión y dio una entrevista en la que reconoció más de 100 homicidios.

Ya se le condenó a 60 años de prisión, pero las investigaciones continúan, ya que siguen revelándose información de víctimas que se desconocían.