Triste cumpleaños del nuevo sistema penal

Con más pena que gloria, hoy se cumple un año del histórico inicio de un sistema de justicia acusatorio, en el que por diversos factores no ha podido despegar, dejando tristes resultados.

El bajo nivel de casos judicializados deja entrever la pobreza de los resultados en el combate a la delincuencia y la respuesta a las demandas de justicia de una ciudadanía que aún no entiende que es lo que está pasando con esas bondades que ofrecieron las autoridades con la puesta en marcha de un sistema anunciado desde el año del 2008.

Los índices de delitos impunes se elevaron en un alto porcentaje, las denuncias de delitos comunes se multiplicaron y las respuestas de las autoridades encargadas de investigar no han llegado a satisfacer a la ciudadanía sedienta de justicia.

Las estadísticas al interior de la Procuraduría se mantienen como “top secret”, pues revelarían datos que avergonzarían a los funcionarios. Homicidios impunes, miles de robos sin investigar, cientos de ofendidos desfilando por las dependencias en busca de una solución a sus problemas.

Cientos de “presuntos inocentes” libres, que han resultado ser únicos beneficiados con el sistema, pues ante la imposibilidad de sorprenderlos en la flagrancia del delito, no pueden ser judicializados y en libertad podrían enfrentar un juicio que nunca se formalizó.

Se argumenta la falta de personal para investigar, la escasez de recursos para darle seguimiento a los casos y la carga extrema de trabajo que se produce en una ciudad como Reynosa.