Condecoran a personal del ejército con ‘Legión de Honor’

El Ejército Mexicano impuso condecoración de “Legión de Honor”, al personal con más de 30 años de servicio ininterrumpidos y una carrera militar honorable, al servicio de la nación.

Fue el General de Brigada, Diplomado de Estado Mayor Adelfo Castillo López, quien tuvo a su cargo, imponer estas condecoraciones en una ceremonia realizada en la Octava Zona Militar de Reynosa.

Esta presea, fue impuesta al General Brigadier Diplomado de Estado Mayor, Eustolgio Villalba Cortez, jefe del Estado Mayor de la Octava Zona Militar y al Coronel de Caballería Diplomado de Estado Mayor, Francisco Javier Montejano Andrade, comandante del Octavo Regimiento de Caballería Motorizada.

La Teniente Enfermera, Alejandra Pedreza Perea tuvo a su cargo, hacer del conocimiento al personal que conforma este mando territorial, que en el marco del 101 Aniversario de la Promulgación de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos se impondrían las condecoraciones de Legión de Honor.

“El general Salvador Cienfuegos Cepeda, secretario de la Defensa Nacional les hace una extensiva y calurosa felicitación y amplio reconocimiento al personal condecorado por su carrera honorable, labor de investigación en beneficio del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos, perseverancia en el estudio y un destacado desempeño profesional en el ámbito educativo”, destacó durante su mensaje, Pedreza Perea.

Indicó que la Nación requiere de militares leales, honestos y con un alto sentido de pertenencia, por ello, generales, jefes, oficiales y tropa de esta jurisdicción militar reconocen el esfuerzo, dedicación y entrega al servicio de la patria  de sus nuestros compañeros que hoy reciben este merecido reconocimiento.

AGRADECE

Francisco Javier Montejano Andrade, comandante del Octavo Regimiento de Caballería Motorizada, remarcó en su mensaje contenido en el libro “El Arte de Mandar”, del General Adelfo Castillo López.

“Por sus singulares expresiones, por su estructura tan vertical, por los valores que la sostienen, por la férrea disciplina que domina y las inusuales exigencias que reclama al militar, es una profesión negada para aquellos espíritus pobres o blandos o para hombres que ven en ella, la oportunidad de lucimiento y poder para capitalizar ambiciones mezquinas”.

La milicia dijo, exige mucho y nada ofrece, que no sean satisfacciones.

“La descripción de la carrera militar con la que inicié estas palabras me parece una narrativa clara aunque terriblemente realista y al mismo tiempo, como lo dice su autor, pudiera sonar idealista y petulante, aunque no lo es”.

La presea informó, la reciben con humildad, orgullo y júbilo, ya que fortalece su sólido sentido de pertenencia, que está moldeado por el honor, la disciplina, lealtad, patriotismo, valor, honradez, abnegación y la igualdad, como los valores de las Fuerzas Armadas.