Esta perra pesaba 30 kilos y no podía ni caminar
Un cambio en su rutina le salvó la vida
Honey es una perra de raza beagle que no podía caminar. Le dolían sus patas y su panza se arrastraba y chocaba contra el piso. Su antiguo dueño la abandonó y quería sacrificarla pues no hallaba una manera de solucionar su problema. Pero los dueños del refugio donde la llevó no quisieron sacrificarla y decidieron hacer algo. Sabían que podían ayudarla a perder el peso extra que tenía.
Su antiguo dueño resultó tener demencia, entonces frecuentemente olvidaba darle de comer a Honey y cuando lo recordaba, lo olvidaba, y le daba de comer de nuevo. Eventualmente eso resultó en un grave problema a la tiroides para Honey y terminó así.
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