Fenece el comercio de autos usados en frontera sin remedio
Menos del 10% prevalece ante la embestida fiscal que la Secretaría de Hacienda a ejercido contra ellos
Signos de agonía en la actividad del comercio de autos importados en la frontera, se manifiestan y preocupan a los pocos comerciantes que apenas y sobreviven ante la embestida fiscal decretada por la Secretaría de Hacienda que con mayor énfasis pareciera tener como objetivo el final de esta licita ocupación que mantenía antaño a miles de familias.
De acuerdo a un registro que hace apenas unos pocos años en la frontera norte estaban activos alrededor de 600 comercios dedicados a la importación y comercialización de autos adquiridos mediante subasta en los Estados Unidos de América (EUA). Actualmente menos del 10% prevalecen.
El decreto emitido recientemente por la Secretaría de Hacienda de no permitir el ingreso de autos americanos a través de la facturación hecha por la subastadora “Copart” que es la más grande en los Estados Unidos de América. Fue el último clavo en la cruz que cargan los comerciantes acorralados por las restricciones fiscales y por el inequitativo servicio que reciben en el cruce de los autos vía aduana.
Hugo Joffre Chávez, representante de los comerciantes de autos en Reynosa tiene claro que la embestida lleva una implícita condena contra esta actividad comercial. “Hoy volvemos a enfrentar esta nueva embestida y bloqueo sistemático a la importación de autos, y otra vez sufriendo lo mismo que hemos estado padeciendo desde hace 6 años para desestimar a los comerciantes de autos.
Hemos cerrado alrededor del 85% de los negocios en la frontera, quedamos menos del 10% de un total de 500 importadores y vendedores de autos, solo quedamos al menos unos 50, perdiéndose mucho negocios y empleos que afectan a familias que dependían de este negocio comercial”, dijo.
Joffre, precisó que durante los últimos años han venido enfrentando una sistemática ofensiva de parte de las autoridades hacendarias en México, lo que evidencía que hay intereses a favor de las agencias y armadoras de autos que presionan para impedir el ingreso de autos provenientes de Canadá o de los Estados Unidos de América.
“Nosotros mantenemos una fuente importante de empleos, somos muchos los que dependemos de nuestra actividad que es legal y que también genera impuestos a la federación y estado, pero todo eso se ha dejado de lado y hemos padecido un calvario que no tiene fin”. Apuntó.
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