‘Justicieros’ contra el narco
En Culiacán un grupo de hombres golpea a presuntos delincuentes para que confiesen delitos y luego los exhiben
Ciudad de México.
Un hombre, tirado en el suelo, patalea de dolor. A su alrededor tres sujetos que portan armas largas y chalecos antibalas lo golpean con tablas en los glúteos y en la espalda.
El agredido, en ropa interior, sacude los pies y les suplica que se detengan porque no puede respirar. Uno de los agresores le coloca un arma larga en la cabeza para amenazarlo. El acto de tortura es grabado durante casi cinco minutos por otro de los criminales que hace preguntas y da instrucciones.
-¿Por qué te pasó?
-Por pendejo- contesta con la cara ensangrentada el agredido.
-¿Le vas a volver a pegar a tu esposa?
-No.
-Pídele perdón- interviene otro de ellos.
-Ya no te vuelvo a pegar, perdón- dice entre sollozos.
En otro vídeo, el mismo hombre es abandonado por sus torturadores en una vialidad de Culiacán, Sinaloa. La grabación es una de varias que se han difundido en redes sociales de internet sobre un grupo de delincuentes que “imparten” justicia bajo sus propios métodos al margen de la autoridad. La banda de delincuentes han sido llamados en los medios locales y en las redes como “justicieros de Sinaloa”.
Las autoridades han dicho que han emprendido su búsqueda por el delito de portación de armas, ya que en los vídeos muestran su arsenal, no por golpear y exhibir a presuntos delincuentes porque de esos hechos no hay denuncias.
El pasado 26 de noviembre dos jóvenes semidesnudos y con los ojos cubiertos con cinta adhesiva fueron bajados de la cajuela de un coche en un transitado bulevar de la capital sinaloense.
Uno de ellos llevaba escrito en su cuerpo: “prometo que no volveré a robar carros”.
Uno de ellos pide ayuda para que los desaten y entonces un ciudadano videograba la escena. “Te voy a machucar por rata”, le grita un automovilista. El video también circuló en las redes sociales.
“No podemos combatir un delito con otro y además no sabemos si las personas ‘ajusticiadas’ en realidad cometieron los delitos que les tatúan en el pecho o la espalda”, expone Ricardo Jenny del Rincón, consejero ciudadano del Consejo Estatal de Seguridad Pública.
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