Lo que Elba Esther Gordillo extraña de su penthouse
Pretendió ser dirigente vitalicia del SNTE. La realidad eligió otro rumbo: acusada de delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita
Especial
El imperio de La Maestra, construido a lo largo de un cuarto de siglo desde la dirigencia del sindicato magisterial, cargos vía el PRI y la construcción de su propio partido (el Panal), cayó en desgracia cuando los priístas regresaron a Los Pinos y no le perdonaron su alianza con los panistas Vicente Fox y Felipe Calderón, ni la posición que sostenía ante la reforma educativa.
Pero antes de que la PGR la acusara de desviar hasta 2 mil 600 millones de pesos, Gordillo se había hecho ya de 16 inmuebles, algunos en las Lomas de Chapultepec, Polanco, Paseo de la Reforma y en el estado de Morelos.
Uno de ellos, un departamento de dos pisos en la calle de Galileo, funcionaba como su centro de operaciones en el DF. Los peritos de la fiscalía federal documentaron las comodidades que disfrutaba Gordillo, las cuales estaría en condiciones de recuperar si obtiene la prisión domiciliaria que buscan sus abogados, algo que podría suceder este año, luego de que cumpliera 71 años el 6 de febrero pasado.
Revisaron hasta el último rincón. Estuvieron en las recámaras, el salón de belleza, la biblioteca, los baños y el cuarto de servicio. Recorrieron hasta el último rincón del penthouse de dos pisos. Abrieron cajones y puertas de gabinetes. Ordenaron los objetos que encontraron, los enlistaron y los valuaron uno por uno.
Los peritos de la Procuraduría General de la República hallaron desde las más sencillas piezas de uso doméstico hasta equipo de regeneración celular para el tratamiento de diversas patologías. En el penthouse de Elba Esther Gordillo Morales había maletas, decenas de zapatos, aparatos electrónicos, botellas de vino, 209 películas en dvd y Blu-ray, obras de arte —pinturas y esculturas—, una improvisada colección de portavelas, tazones de cristal cortado y una infinita variedad de figuras decorativas en poco más de 450 metros cuadrados de vivienda.
Raro privilegio el de estos especialistas, que entraron literalmente hasta la cocina de la casa ubicada en el número 7 de la calle Galileo de la colonia Polanco, en la Ciudad de México. Ahí, en el refugio y centro de operaciones que la ex presidenta del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) tenía en la capital del país, enlistaron 473 objetos de valor y determinaron que en conjunto los bienes sumaban un total de 3 millones 58 mil 791 pesos.
La cifra revela el estilo de vida y los lujos de “la maestra” antes de su detención hace tres años —el 26 de febrero de 2013— en el aeropuerto de Toluca, acusada de lavado de dinero y delincuencia organizada.
En su dictamen de 70 páginas que forma parte de la averiguación previa UEIORPIFAM/AP/023/2013 en contra de la exlíder sindical, los peritos de la PGR documentaron las comodidades que disfrutaba Gordillo, las cuales estaría en condiciones de recuperar si obtiene la prisión domiciliaria que tanto busca su defensa legal actualmente. Sus padecimientos de salud la han llevado a deambular entre hospitales públicos y privados, sin que ello haya sido suficiente motivo para lograr que los tribunales le autoricen enfrentar —por ser mayor de 70 años— el proceso judicial en su domicilio y no en la cárcel.
Salud y belleza han sido dos de las mayores obsesiones de quien fuera secretaria general del PRI. Ha invertido miles de dólares en cirugías estéticas, tratamientos de rejuvenecimiento y terapias. En el penthouse de la calle Galileo, los peritos se toparon con una habitación acondicionada para dar tratamientos faciales y corporales; los equipos fueron cotizados en conjunto en 200 mil pesos. Entre otros dispositivos, la maestra disponía de un regenerador celular de la marca Indiba, valuado en 93 mil 500 pesos, para aliviar múltiples dolencias; también contaba con una máquina de presoterapia —útil para bajar tallas y reducir la celulitis—, así como de un avanzado aparato para el tratamiento de la piel, con valor de 25 mil pesos.
En su informe, enviado el 27 de junio de 2014 al Ministerio Público Federal, los técnicos Modesto Arnulfo Martínez Vázquez, Anabell Chagoya Naranjo, Cecilio Torres Hernández y María Teresa Bastida Yáñez, dividieron el penthouse en 12 espacios. Anotaron marca, modelo, cantidad y estado de conservación de cada uno de los objetos. Para obtener los precios, tomaron en cuenta sus características e hicieron una investigación de mercado en medios electrónicos. Por el tipo de bienes encontrados —en su mayoría usados y en regular estado de conservación—, investigaron y cotizaron en los sitios de internet de las marcas de los artículos; en portales especializados, como el dedicado a la venta de ropa y joyería para mujer ShopStyle; y en los de venta de productos en general como eBay y MercadoLibre.
A los precios de referencia de cada artículo, explicaron los valuadores, se les aplicó una deducción de 30 por ciento por intermediaciones, uso y estado de conservación.
“TENGO DEBILIDADES”
En la última entrevista que concedió —a Adela Micha, en Televisa, poco antes de ser detenida—, la expresidenta del SNTE admitió: “Me gusta comer bien, me gustan las obras de arte. Tengo debilidades, pero lo sudo […] “Yo me preocupé por vestir bien, por peinarme lo mejor que podía, por acceder a un mundo que no era el mío”.
Y sí, se procuró los más modernos tratamientos cosméticos, así como ropa y artículos de firmas exclusivas: Louis Vuitton, Gucci, Prada, Chanel, Giorgio Armani. En el salón de belleza de su departamento, los peritos localizaron seis maletas Louis Vuitton, valuadas en 108 mil pesos. Dentro de una de las valijas hallaron 19 estuches con lentes de diversas marcas y modelos; en otra maleta había 56 zapatos de mujer, y en una tercera, ocho pares de botas.
Comprar era una de las debilidades de Elba Esther Gordillo. Le gustaba estrenar y tenía una especial predilección por los bolsos de mano y las zapatillas. Los peritos encontraron que a un lado de las seis maletas LV, en tres costales de tela estaban olvidadas 14 bolsas para dama más decenas de prendas femeninas.
La PGR acusa a Gordillo de usar dinero del SNTE para satisfacer sus gustos personales. La indagatoria señala que a través de Nora Guadalupe Ugarte Ramírez e Isaías Gallardo Chávez, la exdirigente del magisterio desvió recursos de sus agremiados para hacer pagos en la exclusiva tienda departamental Neiman Marcus, que ofrece mercancías de diseñadores famosos. De acuerdo con la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda, entre marzo del 2009 y enero del 2012, Ugarte y Gallardo hicieron transferencias internacionales por 3 millones de dólares en favor de almacenes estadunidenses. Gordillo acudía con frecuencia a la tienda Neiman Marcus en San Diego, donde tiene una residencia valuada en 4.8 millones de dólares en Coronado Cays, una de las zonas más caras del sur de California. Entre los cientos de objetos encontrados en su penthouse de Polanco había un juego de dos tapones para botella hechos de cristal cortado, marca Neiman Marcus, con valor de 700 pesos.
Durante años, el departamento de la calle Galileo —adquirido por 7 millones de pesos en 1997— fue la base de Elba Esther en la Ciudad de México. Ahí despachaba, atendía llamadas, organizaba comidas y reuniones de trabajo, consentía a sus invitados. En su avalúo, los peritos de la PGR detallan características y precios de las 105 unidades de bebidas alcohólicas que había en la cava. La maestra gustaba de uno de los vinos más caros del mundo, el francés Petrus, del que guardaba una botella con la añada 2001 valuada en 36 mil 400 pesos. Entre los 56 vinos de mesa registrados en la lista, destacan por su costo una botella de Le Pin, también francés, valuado en 19 mil 125 pesos, y una de Pingus, tinto español añada 1998, estimado en 15 mil 895 pesos. El resto son diversos tipos de mezcal, sotol, tequila; incluso figura una botella de posh blanco de San Juan Chamula, Chiapas, estado natal de Gordillo.
En el comedor había cubiertos, jarras, vasos dispuestos para los invitados. Sobresalen los de la marca francesa Baccarat: un juego de 27 copas de cristal cortado, valuado en 54 mil pesos; uno de 12 copas al que se le determinó un precio de 21 mil 600 pesos, y el de dos jarras, calculadas en 3 mil pesos.
Elba Esther no reparaba en gastos si se trataba de lucirse como anfitriona. Tenía una vajilla de porcelana de la marca Christofle —una de las casas orfebres de mayor tradición en Francia— integrada por 223 piezas; fue tasada en 278 mil 671 pesos. También de la casa Christofle, a un estuche con 90 piezas de cubiertos y utensilios de cocina, con acabados plateados, le fue asignado un valor de 84 mil 500 pesos. Además disponía de una vajilla Hermes, con 182 piezas, en regular estado de conservación, a la que los peritos dieron un precio de 100 mil pesos.
“ME GUSTAN LAS COSAS CARAS”
El recorrido de los especialistas por la biblioteca y la sala del penthouse muestra el gusto de la exdirigente magisterial por los objetos decorativos. El informe pericial describe más de 43 portavelas y 50 adornos de todo tipo y procedencia.
En la entrevista para Televisa, Gordillo también reconoció: “Me gustan las cosas caras, ¿dónde está el delito de eso? Lo sudo, no me lo robo”. Prueba de que se sentía atraída por las esculturas, son las 22 que tenía distribuidas por todo el departamento. La más costosa, según el documento oficial, es una pieza de cristal de 140 centímetros de altura, marca Daum France, con la firma Richard, a la que se le determinó un precio de 520 mil pesos. Una segunda escultura de la misma galería francesa, de 90 centímetros de altura y firmada por Tally Chahally, fue valuada en 400 mil pesos.
Como parte de la investigación para sostener las acusaciones contra La Maestra, las autoridades hacendarias rastrearon transacciones bancarias en favor de las galerías León Tovar, Marian Goodman y Alex Em, las tres con sede en Nueva York. Según los registros financieros, Gordillo habría pagado obras de arte con dinero del sindicato magisterial a través de cuatro depósitos hechos por la empresa Gremio Inmobiliario El Provisor. Los dos primeros pagos fueron por 1.6 millones de dólares enviados a la León Tovar Gallery Inc. en abril y mayo de 2011; el tercero se envió a la Alex Em Gallery por 175 mil dólares, y el cuarto se realizó en noviembre de ese año para la Marian Goodman Gallery por medio millón de dólares.
En el dictamen marcado con el número de folio 8000, los peritos que ingresaron al penthouse de Galileo 7 documentaron la existencia de una acuarela de José Clemente Orozco de 40 x 20 centímetros, a la que determinaron un precio de 100 mil pesos; además, una escultura en bronce Mujer fumando, de 44 centímetros de largo, firmada por Fernando Botero —uno de los artistas predilectos de La Maestra—, valuada en 35 mil pesos.
En el informe pericial no hay mención de las piezas de Diego Rivera, Francisco Toledo, Gabriel Orozco y Pedro Coronel que la PGR aseguró el 30 de abril de 2014 en una bodega de Santa Fe, en la Ciudad de México, donde Gordillo las escondía. Un año después de su detención, la ex legisladora priísta y creadora del Partido Alianza Nacional (Panal) buscó entregar legalmente al SNTE las 15 cajas que contenían dichas obras, bajo el argumento de que las devolvía porque eran propiedad del sindicato y ella sólo las resguardaba. La autoridad judicial desechó sus alegatos y los cuadros permanecen bajo tutela oficial.
En 2003, desde la recámara principal del penthouse de Galileo, Gordillo describió en el programa Un día con, de TV Azteca, que vivía de manera “bastante confortable”. El espacio más visitado de la casa, señaló entonces, era una terraza que permitía observar parte de la Ciudad de México. Un espacio lleno de luz al que hoy quiere volver.
DEJA TU COMENTARIO