Monstruo prófugo

A 48 horas de que un taxista secuestró a una madre y sus dos hijas de 3 y 4 años de edad llevándolas cautivas a una vivienda donde violó y golpeó brutalmente a la mujer, las autoridades ministeriales no contaban todavía con pistas del plagiario pese a las evidencias recolectadas en el lugar del brutal ataque.

Hasta anoche, el grupo de investigación desplegado a las diligencias del caso no había logrado dar con el paradero del taxista, en un hecho ocurrido en la colonia Unidad Obrera y que conmocionó a la población por la bestialidad de la agresión a la joven madre.

El miércoles, agentes de la Policía Federal rescataron a una mujer y a sus dos menores hijas que habían sido secuestradas por un taxista cuando caminaban por una de las calles del citado sector a las 06:00 de la mañana.

De acuerdo a los testimonios de la víctima rendido a las autoridades, el conductor del vehículo descendió y la enfrentó a ella y sus hijitas y las obligó a subir al taxi y posteriormente las trasladó a una vivienda enclavada en la misma colonia Unidad Obrera.

Ante su desaparición, el esposo y padre de las dos menores de 3 y 4 años, denunció los hechos al número de emergencias 911 para solicitar la intervención de las fuerzas de seguridad para su localización.

Derivado de la denuncia y tras ser alertados, los agentes federales implementaron un operativo de búsqueda, logrando ubicar a las 13:45 horas, la casa sobre la calle Cuarta número 200 esquina con Querétaro, esto con ayuda del mismo esposo de la víctima quien colaboraba en el operativo.

Al incursionar en la vivienda a las 14:10 horas, los agentes encontraron encerradas bajo llave en uno de las habitaciones a la mujer y a sus dos hijitas.

La madre de familia presentaba golpes severos en el rostro que le fueron propinados por el hombre cuando la atacaba sexualmente en una de las recámaras.

Por fortuna, las menores resultaron ilesas, sin embargo, fueron atendidas en el lugar por paramédicos de la misma corporación ya que presentaban crisis nerviosa y eran presas del llanto.

Desafortunadamente los uniformados no pudieron atrapar al responsable, pues cuando estos llegaron el hombre ya había escapado.

En el domicilio donde estaban cautivas la mujer y sus dos hijas, había un carro de sitio de la Base Grupo Noreste, Número 075, con placas XKS-68-05, pero se desconoce si ese es el vehículo que tripulaba el fugitivo.

Sin embargo, las autoridades desconocían la identidad del propietario del inmueble y del vehículo, o si era propiedad del mismo taxista, por lo que la investigación se centraba en este sentido.

Durante la recolección de evidencias en la escena del ataque, las autoridades observaron huellas de violencia ya que en la recámara los colchones, almohadas y cobertores estaban totalmente revueltos.

Asimismo, en el comedor se localizaron recipientes vacíos de agua y refrescos, así como un acumulador de vehículo sobre la mesas y fotografías de una mujer pegadas a la puerta del refrigerador.

Las autoridades no habían lograron dilucidar hasta el jueves si el atacante vivía en esa casa y si el carro de sitio abandonado en el zaguán es de su propiedad.

Tampoco informaron si habían contactado a los encargados de la Base Grupo Noreste para tratar de localizar al chofer del taxi que permanecía estacionado en la vivienda.

En conclusión, la investigación se encuentra empantanada y la casa permanece abandonada, en tanto la víctima y sus dos hijas secuestradas continúan bajo la conmoción de la terrible pesadilla que les tocó vivir y de la que lograron sobrevivir milagrosamente.

Mie ntras tanto, el bestial sujeto lleva más de 48 horas burlando el cerco de la ley.