Nadie sabe, nadie supo...

Ayer en lo que fue el aniversario número 132 del tradicional desfile del 1 de mayo con motivo del Día del Trabajo en el que se recuerda a los mártires de Chicago, Río Blanco y Cananea, pasará en el  municipio a la historia como uno de los más recordados e inciertos al carecer de logística y falta de organización, que ocasionó que el evento oficial se disolviera en cuestión de minutos ante la mirada impávida de quienes encabezaron desfile.

Inició bien en un principio tal y como se tenía previsto la mayor parte de los sindicatos, agrupaciones, y de la maquiladora que participaron se concentraron en el lugar indicado por la calle Rayón, en donde fue el punto de partida encabezado por la Federación de Trabajadores de Río Bravo.

El contingente tras recorrer algunas de las principales calles de la ciudad y concluir por la avenida Francisco I. Madero, los más de 2 mil participantes se empezaron a concentrar entre la escuela primaria Benito Juárez, que fue en donde a diferencia de años anteriores ahora se colocó el estrado principal.

El parlante con anuncios alusivos a la presencia de los dirigentes de la Federación de Trabajadores de Río Bravo, autoridades, todos y cada uno de los sindicatos participantes, quienes en sus pancartas demandan mejores condiciones salariales, alto total al aumento en el precio de la gasolina, productos de la canasta básica, y la construcción de una nueva Unidad del Instituto Mexicano del Seguro Social. De pronto ya no supo que decir.

A lo lejos se pudo observar en esos momentos como es de que trabajadores de la empresa Valeo que venían al final del contingente “metieron freno”, y se comenzaron a dispersar, en tanto que empezó a privar el caos en el evento que al final se disolvió en cuestión de minutos, e inclusive algunos aceleraron el paso, otros se veían a la cara entre ellos, y en cuanto a las autoridades no hubo quien diera una explicación clara.