Puede ser la diferencia para sobrevivir

Retomar el programa “Silbato”, implementar cursos de auto protección, así como incrementar la comunicación entre padres e hijos, son buenas herramientas para evitar una agresión física, sexual y salvar la vida a menores de edad.

Ernestina Carmona, procuradora de la Defensa del Menor, la Mujer y la Familia del Sistema DIF, indicó que sólo de esta forma se podrá garantizar la seguridad de los niños y niñas en Reynosa. 

“Lo del silbato debe ser ideal y explicarles que en cuanto vean alguien extraño y aunque lo conozcan si tiene una mala intención, tomen el silbato y pidan ayuda”.

Es importante enseñar a los niños y niñas a reaccionar en caso de emergencia, aclaró.

“Si enseñamos a los niños a sonar el silbato en caso de que alguna persona pretenda llevárselos o acercarse, puede salvarles la vida pues llaman la atención de otras personas que pueden ayudarlos”.

El sonido emitido por el silbato provocará que el agresor lo piense dos veces antes de cometer algún ilícito pues sabrá, que dentro de poco, llegará ayuda para el menor.

“En las escuelas se deberían dar platicas para cuidarse ellos mismos, hacer una campaña “Me cuido a mí mismo” en caso de que alguien los quiera agredir, enseñarles a los niños a defenderse, en alguna ocasión se promovió el uso de silbatos al niño le colgabas un silbato para que en caso de emergencia lo utilizara para que cuando se le acercara un extraño”.

Se debe enseñar al niños además, a resguardarse en un lugar seguro y no accesar a lugares abandonados, donde puede correr más riesgo.

“Si el niño de por si es indefenso ante sus padres, ante un extraño es mucho más”.