Encuentran a ejecutado en la JLP

Peritos e investigadores inspeccionaron el área y encontraron tres cascos percutidos de un arma de 9 milímetros.

Un hombre de entre 40 y 45 años, fue encontrado ejecutado a balazos, en un solar baldío que se ubica por la avenida Manuel Ávila Camacho de la colonia López Portillo a un costado del Hotel Dalí.

Policías Estatales al llevar a cabo un recorrido por la calle Ávila Camacho, alcanzaron a ver el cuerpo de un hombre tirado sobre numerosos envases de cerveza.

A simple vista descubrieron que en el costado izquierdo presentaba un orificio de bala y dedujeron de inmediato que se trataba de otro ejecutado y en el acto dieron aviso a las autoridades ministeriales.

Personal del área de investigaciones adscrito a la UGI-4, con peritos de distintas materias de la PGJE y personal del SEMEFO se constituyeron en el lugar, acordonando el área, mientras que varias patrullas de la Estatal Acreditable establecían un cerco de seguridad.

Mientras tanto peritos en técnicas de campo, medicina legal y fotografía y demás especialidades inspeccionaban el área.

Descubrieron que al hombre le habían dado el “tiro de gracia” que nunca falta en una ejecución, con lo que los asesinos se aseguraron que  su víctima había quedado sin vida. En el lugar se encontraron tres cascos vacíos al parecer de 9 milímetros, los cuales serían analizados por los expertos en balística.

Durante poco más de una hora los peritos se mantuvieron inspeccionando el lugar en busca de alguna evidencia importante.

Posteriormente se retiraron, cada quien a continuar con su trabajo de investigación.

Pensaron en contactarse con las fiscalías especializadas en personas no localizadas (PNL) con la finalidad de descartar un posible secuestro previo al crimen.

PENSABAN QUE ERA SU FAMILIAR, PERO NO.

Precisamente las autoridades habían concluido las diligencias previas al levantamiento del cuerpo y optaban por retirarse rumbo al SEMEFO, cuando dos mujeres y un hombre llegaron corriendo al lugar argumentando que andaban buscando a un hermano que había desaparecido cuatro días antes.

Siguieron el convoy de patrullas y ambulancias rumbo a la sede de Servicios Médicos Forenses y apenas iban ingresar el cuerpo al área de la morgue, pero al  ver el cuerpo del individuo no lo identificaron como el familiar que andaban buscando.

La edad del hombre ejecutado fluctuaba entre los 40 y 45 años y el que ellos andan buscando es un joven que supuestamente desapareció cuatro o cinco días antes.

Al occiso se le apreciaban algunos tatuajes en el tórax y abdomen  que podrían servir para su identificación, pero no habían sido revelados por las autoridades.