Sale por el pan de cada día con su canasta de golosinas
Los sábados y domingos de un cajón de bolear
Don Juan José Álvarez Martínez de 73 años de edad, es uno de los tantos habitantes de nuestra ciudad que cada mañana salen de su casa a ganarse el pan de cada día, él se hace acompañar de una canasta con dulces y fritos, de lunes a viernes y los sábados y domingos de un cajón de bolear, así recorre las calles en busca del sustento diario.
Se casó y tuvo familia, al poco tiempo su esposa lo engaña, fue un fuerte golpe para él, pues la amaba, duró gran parte de su juventud deprimido por tal situación, pues ella se llevó a sus hijos, ahora ya son unos adultos, que pocas veces mira y extraña mucho.
De joven se dedicaba a la plomería, trabajo que le daba muy bien para comer, pero conforme iba pasando el tiempo sus movimientos y fuerza para esta labor fueron disminuyendo, así que muy difícilmente lo contrataban, pues la edad, dice, pesa demasiado.
Al no tener casa propia donde vivir, su hermano Francisco de 75 años, le permite dormir en su casa, algo que es de mucha ayuda para él. Dice don Juan José que, se siente solo, lamenta mucho, haber perdido tantos años llenos de rencor y amargura, pudiendo haberlos vivido al máximo y le dice a los jóvenes, que no pierdan tiempo odiando o lamentándose por las cosas que pudieron ser y no fueron: “Mejor olviden las ofensas y vivan felices, porque cuando te das cuenta, ya pasaron los años”.
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