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Temen cruzar por Tamaulipas

- Elude caravana migrante travesía original por inseguridad - Caminarán 1,761 kilómetros más para llegar hasta Tijuana

  • Por: EL MAÑANA / AGENCIAS
  • 09 NOVIEMBRE 2018 - .
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Un contingente de migrantes centroamericanos marcharon ayer hacia la sede de las Naciones Unidas en la Ciudad de México en demanda de autobuses que los lleven a la frontera con Estados Unidos, al anunciar que la caravana enfilará hasta la ciudad de Tijuana, Baja California.

Ciudad de México

Agobiados por el temor, integrantes de la primera caravana de migrantes recorrerán casi el triple de la distancia en la caminata planeada originalmente hacia la frontera debido a lo que ellos perciben como una situación de alto riesgo: eludir su travesía por Tamaulipas.

En una decisión acordada al filo de la medianoche en asamblea celebrada en la Ciudad de México, millares de centroamericanos votaron por evitar cruzar territorio tamaulipeco y reanudarán su periplo hoy viernes a las 5:00 horas con destino hacia Querétaro para enfilar en ruta hasta la ciudad de Tijuana, Baja California.

A mil 052 kilómetros de Reynosa, los migrantes prefirieron recorrer 2 mil 813 kilómetros hacia el cruce internacional de San Ysidro, California, lo que significa una distancia adicional de mil 761 kilómetros.

Los migrantes decidieron también en la asamblea que se van con o sin autobuses que solicitaron a la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

En el Estadio Jesús Martínez “Palillo”, en la Ciudad Deportiva de la Magdalena Mixhuca, los migrantes decidieron salir a las 5:00 horas de este viernes hacia Querétaro y el destino final en territorio mexicano será Tijuana, Baja California.

Los integrantes de la caravana Anabel Rodríguez, Carlos Vázquez, Walter Cuello y Milton Benítez, entre otros, informaron a casi 5 mil migrantes que los representantes de la ONU les avisarían en breve si proporcionarían o no 170 camiones que piden, sobre todo para cuidar a mujeres embarazadas, adultos mayores y niños.

Al tomar la palabra, Anabel Rodríguez, -luego de que la asamblea se manifestó por irse-, confirmó que este viernes, con o sin camiones, continuarán su viaje hacia Estados Unidos. 

Apuntó que se determinó que la vía más segura es arribar a Tijuana, Baja California, pero la ruta para llegar allá se irá definiendo conforme avance la caravana, “el objetivo es Tijuana y llegar juntos como familia”.

Previamente, el vocero de los migrantes, Milton Benítez, había advertido que los centroamericanos rechazarían la presencia de la ONU en el albergue si no les dan los camiones.

“La gente ha determinado que si no se resuelve el tema de los camiones ya no los quieren ver en el albergue [al personal de la ONU] dándoles un plato de comida porque eso lo resuelve el pueblo mexicano. Ya no quieren que se estén tomando la foto con ellos”, indicó.

Milton Benítez, activista hondureño que ha asumido funciones de vocería en la caravana, exigió a la ONU que deje “de estar cumpliendo ejercicios de mendicidad”. 

El jueves, una comitiva de 12 a 15 miembros de la caravana se reunió por la tarde con Jorge Alberto Nava, miembro de Unidad de Observación de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.

En un encuentro que se extendió durante cerca de dos horas, los funcionarios de la ONU habrían pedido tiempo para determinar si se puede cumplir o no la petición de los miembros de la caravana.

Todos salieron con expresión tensa: los funcionarios rechazaron dar declaraciones y los migrantes exigieron esperar a la asamblea.

La marcha. Al medio día, un grupo de migrantes marchó del estadio Jesús Martínez “Palillo” a las oficinas de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Polanco. Durante tres horas, los centroamericanos agradecieron la solidaridad de los mexicanos, con gritos de “¡Viva México!” y “¡Gracias, México!”.

Durante todo el trayecto, automovilistas que se los topaban tocaron el claxon de sus vehículos en señal de apoyo. Una mujer que viajaba en un taxi, sacó la cabeza por la ventanilla y les gritó: “¡Que Dios los bendiga!”.

La Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México dio a conocer que hasta ayer había 4 mil 814 personas en el albergue de la Magdalena Mixhuca. 

La noche del miércoles, un grupo de alrededor de 300 personas abandonó el refugio en la Ciudad de México: algunos regresaron a Honduras y otros decidieron continuar su camino a Estados Unidos.


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