¡Un Buen Corona!
Música, mucha cerveza y gente con ganas de pasarla bien también hacen un buen fin...
Ciudad de México
No se necesitaron ofertas o gangas, aunque asistir significó pagar 100 pesos por cada vaso doble de cerveza y hasta 170 por una ensalada.
Pero el gasto valía la pena, aún y cuando para algunos este cartel no era el mejor, comparado con otros años.
“Vengo por Metronomy, pero creo que esa es la magia, que si escuchas un sonido diferente, te agrada, empiezas a descubrirlo y después te puedes volver fan de ese otro grupo que no conocías”, dijo Lennar Ram, quien asistió por primera vez.
Sin embargo, los estelares como PJ Harvey, Maximo Park, The XX y Foo Fighters, estos últimos programados hasta el cierre de esta edición para tocar en el escenario principal, generaron la suficiente expectativa para reunir a 85 mil asistentes, de acuerdo con organizadores.
Aunque The XX hizo esperar al público del Escenario Doritos, cuya explanada estaba abarrotada, porque salieron más de 20 minutos después de lo programado.
Aún así, el grito de emoción llegó con las primeras notas de “Cristalised” y siguió con “Say Something Loving”.
Antes, PJ Harvey interpretó temas como “The Devil” y “Down with the Water”, y, pese a su falta de interacción con el público, logró que las corearan.
El día arrancó a las 14:00 horas y el Autódromo Hermanos Rodríguez lució en calma. En los puestos de comida y cerveza no había filas y transitar por todo el festival fue fácil.
La tranquilidad permitió que los que asistían por primera vez se pintaran el rostro en alguna activación, se tomaran la fotografía en los murales dedicados a músicos recién fallecidos, como Chris Corner, o esperaran poco tiempo para subirse al “Spinner”, la atracción mecánica de este año.
“Creo que en la noche las luces y los escenarios van a llenar mis expectativas, pero sí hay cositas que ya he visto, por ejemplo, en Coachella”, compartió Mónica Cota, quien viajó desde Mexicali para asistir por primera vez al Corona.
Los más experimentados llegaron ya entrada la noche, cuando el recinto se vio más lleno, y era más problemático caminar, pues los cuatro escenarios ya tenían público.
Y reconocieron que la octava edición del festival tuvo una mejor organización, sobre todo al momento de ingresar porque no fue tan lento el proceso.
Para esa hora, ya muchos habían sacado las chamarras para cubrirse del frío, que durante la tarde no fueron necesarias por el intenso sol que permitió ver más piel de los asistentes.
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