Abre Águilas y Rayados la final del A24

Puebla, Puebla

Trece jugadores del América tienen reservado su lugar en la inmortalidad, en caso de lograr el tricampeonato a costa de Rayados.

Luis Ángel Malagón, Sebastián Cáceres, Jonathan dos Santos, Álvaro Fidalgo, Diego Valdés, Alejandro Zendejas, Henry Martín, Israel Reyes, Kevin Álvarez, Ramón Juárez, Brian Rodríguez, Néstor Araujo y Richard Sánchez están a las puertas de la historia.

Hace un año ellos celebraban en el estadio Azteca el título contra Tigres. Seis meses atrás enloquecían con el bicampeonato en aquel duelo contra Cruz Azul. Ahora es el Monterrey el último obstáculo, que de superar enterrará los cuestionamientos sobre si éste es un equipo de época.

Y pensar que Malagón llegó a Coapa como suplente, que a Zendejas ni siquiera le alcanzó para ir a los Olímpicos de Tokio antes de arribar al Nido, que los propios aficionados americanistas querían fuera a Henry a mediados de 2022, que el canterano Juárez no tenía un rol protagónico y que había una campaña en redes sociales en las que se acusaba a Richard Sánchez de quebrar el vestidor.

Dos partidos más, el primero de ellos hoy a las 20:00 horas en el estadio del Puebla, para que este América se convierta en el único tricampeón en los torneos cortos.

"América siempre te presenta querer ir por más porque se nos exige buscar el título donde sea", reconoció el portero Malagón.

Íconos como Cuauhtémoc Blanco y Guillermo Ochoa sólo aportaron una estrella al escudo azulcrema, por eso cobra mayor relevancia el que apenas en un año haya más de un once con la posibilidad de celebrar el tricampeonato, la estrella 16 de la era profesional.

El DT André Jardine presume cinco títulos y con ello superó a legendarios, como Raúl Cárdenas y Jorge Vieira. El azulcrema suma un bicampeonato de Liga MX, el Campeón de Campeones, una Supercopa MX y la Campeones Cup.

"Nuevamente, poder jugar un partido que te da un título y marcar de alguna forma la historia del club, esto no tiene precio", expresó el estratega brasileño en la víspera de una nueva final.