Elvis, fan de los deportes

Las versiones sobre sus últimos momentos de vida en aquel lejano año, señalan que horas antes de morir, Elvis Presley había practicado ráquetbol. 

Lo cierto, es que, entre el vertiginoso ritmo al que estaba sometido Elvis Presley desde su juventud al momento de convertirse en un ídolo de las masas al asumirse como el referente del rock and roll al final de la década de los 50, ya practicaba alguna actividad deportiva, y una de ellas era el futbol americano ya que era seguidor de los Ole Miss Rebels de la NCAA y de los Cleveland Browns de la NFL, por lo que en sus ratos libres jugaba al tochito con sus compañeros de trabajo. 

Otra disciplina que despertó la fascinación en Elvis Presley fueron las artes marciales.  

En 1958, Elvis Presley ya era el máximo ídolo de la juventud, y temas como Heartbreak hotel, Don´t be cruel, Hound dog, y Jailhouse rock ponían a bailar sin controlar a los jóvenes; y para sacudirse el estrés de giras y compromisos comerciales, se acercó a las artes marciales cuando hizo el servicio militar Fort Hood, cercano a Waco, Texas, y ahí vio una exhibición de jujitsu. Al continuar su servicio militar en Alemania conoció al instructor Juergen Seydal, quien perfeccionó sus movimientos. 

La afición de Elvis Presley por las artes marciales quedó manifiesta en sus conciertos, ya que en muchas de sus interpretaciones combinaba el baile con golpes y patadas al aire que enloquecían a sus miles de fanáticos a ritmo de Suspicius mind, Polk salad Annie, y Burning love entre otros temas clásicos del repertorio del Rey del Rock.