Santi marcó 2 goles

El Clásico de los Países Bajos entre el Ajax de Ámsterdam y el Feyenoord Rotterdam no tuvo un buen final tras presentarse una serie de disturbios que terminaron en la decisión de suspender el partido a falta de disputarse 36 minutos del segundo tiempo en el Johan Cruyff Arena.

Santiago Giménez estaba siendo la pesadilla del Ajax al marcar doblete al 8´ y 18´, respectivamente, y darle la asistencia a Igor Paixao al 36´ para la goleada parcial que el vigente campeón de la Eredivisie le propinaba a su clásico rival.

Todo comenzó a los 20 minutos del encuentro, cuando los aficionados locales arrojaron una botella de plástico al campo, situación que hizo detener por primera vez el partido, pero se volvió a interrumpir al 43´ cuando los ultras del Ajax lanzaron bengalas al terreno de juego y se tuvieron que añadir nueve minutos por estos hechos.

En el segundo tiempo sólo se llegó al minuto 54 cuando nuevamente otro incidente provocado en la tribuna local hizo que el árbitro mandara al vestidor a ambos equipos y tras una breve espera, se anunció que el partido se suspendía definitivamente, con el Feyenoord ganando 3-0.

"Esto ya no tiene nada que ver con el fútbol y con ser aficionado. Juegas con la seguridad de los jugadores, de los aficionados y de ti mismo. ¡Qué vergüenza!", publicó en X Dilan Yesilgöz-Zegerius, Ministro interino de Justicia de Países Bajos.

Las siguientes opciones son que el juego se dé por finalizado con el resultado obtenido y Feyenoord sea declarado ganador por la ventaja que llevaba. Pero la asociación neerlandesa deberá determinar si hay condiciones para reanudar próximamente el partido, incluso a puerta cerrada, según medios locales.

Disturbios, gases lacrimógenos e irrupción afuera

Aficionados que estaban molestos con el desempeño del Ajax siguieron con disturbios a las afueras del Johan Cruyff Arena, donde no pudieron ser replegados por la Policía que arrojó gases lacrimógenos para dispersarlos. 

Los fanáticos exigieron la renuncia del directivo Sven Mislintat, investigado por un presunto conflicto de intereses en el fichaje del defensa croata Borna Sosa. 

Imágenes compartidas en redes muestran actos vandálicos y la intervención de autoridades luego del encuentro, pues los seguidores del Ajax se reunieron en la entrada principal del estadio para manifestar su enojo. 

Algunos asistentes no podían salir por el tumulto en que se arrojaron botellas, piedras, palos y más bengalas contra los uniformados. La Unidad Móvil de Policía Montada replegó parcialmente a parte de los aficionados.

Pero los inconformes rompieron los vidrios del acceso e ingresaron nuevamente al Amsterdam Arena, que había bloqueado la entrada por una "situación insegura".