Se va un grande

Ciudad de México

Con el retiro de Rafael Nadal se termina una era en el tenis.

Aunque el español, de 38 años, anunció ayer su retiro, ha tenido la oportunidad de despedirse a su manera de las canchas más importantes, donde se forjó su leyenda.

El cuerpo no le acompañó en estos últimos, pero aun así, en condiciones adversas, se despidió esta temporada de Roland Garros, donde armó uno de los récords más grandes del tenis, con sus 14 títulos en la mítica arcilla, la mayoría de su gloriosa cuenta de 22 coronas de Grand Slam.

Por primera vez perdía en su debut en la cancha Philippe Chatrier, que se volvió como el patio de su casa.

Un sentido homenaje en la inauguración de París 2024, cuando Zinedine Zidane -leyenda también, pero del futbol- le entregó la antorcha olímpica, una de las imágenes más poderosas del deporte mundial. Era París, su París.

Es difícil imaginar el tenis sin la figura del español más laureado en la historia de este deporte y quien dominó las últimas dos décadas, pese a las lesiones, esas que le impidieron estar en 17 torneos de Grand Slam.

Más mérito es haberle peleado de tú a tú los títulos "grandes" a los otros dos monstruos del tenis: Roger Federer y Novak Djokovic.

Su tenacidad, arrojo y fortaleza mental caracterizaron su tenis desde su niñez, cuando fue entrenado por su tío Toni Nadal, con quien construyó el primer capítulo de su leyenda.

"Si Rafael no hubiera tenido tantas lesiones, sería el mejor de la historia", aseguró Toni, una incógnita que no podrá despejarse.

Sin títulos este año -algo inusual en su larga carrera deportiva- y aquejado por las lesiones, el propio Nadal terminó con la incertidumbre sobre su futuro. La Copa Davis 2024, que se disputará en Málaga, España, del 19 al 24 de noviembre, será el último torneo en la carrera de Nadal.

Rafa anunció su retiro, pero le falta una última despedida.