Alistan atrios para desarme

 Ciudad de México

La Arquidiócesis de Guadalajara se declaró lista para colaborar con el Gobierno federal en el programa de desarme en atrios de los templos, aunque admitió que aún falta conocer cuál será la logística, declaró el vocero del Arzobispado tapatío, Antonio Gutiérrez Montaño.

El prelado recordó que la Presidenta Claudia Sheinbaum hizo la propuesta y solicitó autorización de los Obispos en una reunión que sostuvieron en noviembre en la sede de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) en Cuautitlán Izcalli, sin embargo, falta entrar en el detalle de la operación del programa que iniciará en 2025.

“Los obispos estuvieron de acuerdo y nosotros aquí en particular, en Guadalajara, estamos en esa disposición de colaborar”, dijo Gutiérrez Montaño en entrevista.

“Lo que nos falta saber es ya la logística, cómo tiene pensado el Gobierno federal en concreto llevar a cabo (el programa) en Guadalajara o en las demás ciudades, en las demás Diócesis. Eso es lo que seguiría que nos dijeran, cómo es la logística, en qué va a consistir, en qué consiste la colaboración, los detalles para concretar esto”.

El vocero del Arzobispado tapatío recordó que la Diócesis de Guadalajara cuenta con alrededor de mil templos, aunque no en todos ellos sería viable llevar a cabo el programa de desarme diseñado por el Gobierno federal, ya que únicamente 600 de ellos cuentan con sacerdote.

A pregunta expresa de si deberá haber presencia de un párroco para poder permitir el uso del atrio del templo para esta actividad, Gutiérrez Montaño consideró que sí sería necesaria.

“Sí, yo pienso que sí, que haya (sacerdote)”, comentó el religioso.

“Que sea una sede, que sea un lugar, que sea un templo donde haya un sacerdote residente por lo menos ahí”.

El 17 de diciembre pasado, durante su conferencia de prensa matutina, Sheinbaum refirió que su estrategia de seguridad contempla la implementación el próximo año de un programa denominado “Sí al Desarme, Sí a la Paz”, el cual se llevará a cabo en los atrios de recintos religiosos católicos.

La gente que acuda de forma voluntaria a entregar sus armas a esos puntos recibirá recursos económicos dependiendo del tipo de objeto que entregue.