Presionan a veterinarios
Está considerada como la profesión número uno en suicidios
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Veterinarios del país se han unido para exigir protección a su profesión.
Ciudad de México
"Hoy estamos de duelo por la muerte de uno de nuestros colegas, el doctor Hernández. Él hizo lo mejor que estaba en sus manos por sacarla adelante, pero él no le dio el hueso, él no le provocó que estuviera atorado ese hueso, fueron los dueños. Mucha gente no lo sabe, pero esta es la profesión número uno de suicidios", dice Ernesto Ávila Escalera.
El veterinario explica que los profesionales no tienen conocimientos de finanzas, cuestiones legales, recursos humanos o derechos laborales. Aunque tienen entusiasmo por emprender sus propias clínicas, no cuentan con el conocimiento sobre regulaciones de protección civil, medio ambiente, del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), Cofepris y hasta Profeco.
"Es mucha presión, estás trabajando, dando lo mejor de ti y muchos de estos usuarios detrás de un teclado de manera cobarde te insultan. Hay hasta asociaciones protectoras de animales que incentivan el odio. Esos doctores son padres, son esposos, son sostén de familias y la gente con una mano en la cintura exige que cierren el negocio. Sin tomar en cuenta que, por ejemplo, de un negocio como este viven más de 40 familias", añade.
Denuncia que, en otros estados, como Quintana Roo, Tamaulipas, Puebla y Sonora, se han registrado ataques. Ante estas situaciones, en su clínica ha implementado talleres sobre salud mental y cómo prevenir el suicidio, a cargo de una experta tanatóloga y suicidóloga.
"Nuestro perfil es muy emocional, sufrimos un desgaste por compasión. Cada vez que alguien viene con su perro y está triste porque el perro lo eutanasiamos o porque murió, empatizamos y eso es un desgaste para nosotros y muchas veces no tenemos una terapia del otro lado. Nuestras jornadas laborales son larguísimas y en general la percepción económica del veterinario es baja", agrega el experto.
Además, los trabajadores de la Clínica Veterinaria del Bosque, del doctor Ávila, cuentan con un seguro de responsabilidad civil profesional, en el que están protegidos legalmente en caso de ser demandados por mala praxis, pero la mayoría de veterinarios no saben que esto existe. La extorsión también está presente, pues los tutores de las mascotas les piden miles de pesos para no "quemarlos" en redes sociales.
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