Solicitan tregua al crimen en México
Un grupo de presuntas indígenas wixaritari pide al líder del CJNG que cambie a su encargado en la región
Ciudad de México
La puesta en escena es sobria, digna. Cinco mujeres, al parecer parte del pueblo wixárika, en el norte de Jalisco, comparecen ante la cámara, todas con pasamontañas negro al estilo zapatista, las de delante con suéter y falda. La parte de arriba del vídeo está algo difuminada: llevar la cara cubierta puede no ser suficiente. Enseguida, una de las cinco, que lleva unos papeles en la mano, empieza a leer: "Buenas tardes, señor Mencho, comandante supremo del Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG). La presente carta es para su persona".
La mujer lee la misiva, unos cinco minutos, dirigida a Nemesio Oseguera, El Mencho, presunto líder del CJNG. "Estamos cansadas de tantos atropellos que hemos padecido en nuestra región, por cobro de piso, extorsión, asesinatos injustificados, desaparecidos, todo lo contrario de los principios del CJNG, que usted comanda. Nos hemos informado de que el encargado de esta zona es un tal El Rojo, responsable de estos atropellos. Nunca en la vida nos habíamos sentido tan inseguros, tan impotentes, tan desprotegidos, hasta que llegó este hijo de... que tiene de encargado en la zona", lee. Luego llegan las peticiones.
"Le queremos pedir a usted nuestro regalo de año nuevo: que nos quite a este vulgar bandido, El Rojo. Córtale la cabeza, mata al bandido ese. Con ese gesto le hará justicia a la gente de la zona norte de Jalisco. Mucha gente piensa lo mismo, pero no lo dicen por miedo. Segunda petición, de la manera más respetuosa, que el cartel que usted comanda respete nuestra cultura, nuestros usos y costumbres. Queremos seguir manteniendo nuestra forma de vida y sistema de gobierno", concluye la mujer.
LLAMA LA ATENCIÓN
La escena ha llamado la atención en México, la enésima constatación del poder creciente del crimen organizado, elevado aquí a actor político de primer nivel. La mujer se dirige a El Mencho como "comandante supremo", título reservado al jefe absoluto de las Fuerzas Armadas en el mundo castrense mexicano, esto es, al presidente del Gobierno. Pero no hay gobierno que valga en la carta de la mujer. Según cuenta, quien hace y deshace en los pueblos wixaritari, que habita áreas serranas de Durango, Nayarit, Zacatecas y San Luis Potosí, además de Jalisco, es el crimen organizado.
Empiezan a ser habituales peticiones de este estilo en México, en las que el crimen, en general o en particular, como en el caso de las mujeres wixaritari y el CJNG, aparece como interlocutor. Esta semana también, el secretario de seguridad de Tamaulipas, Sergio Chávez, pidió "un poquito de conciencia a la gente que se dedica a actividades delictivas", de cara a las elecciones de junio, en que el país elige presidente, además de cargos municipales y estatales en buena parte de sus regiones.
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