Panteones vacíos

Contadas fueron las familias que se acordaron de visitar el 24 de diciembre a sus deudos, cuyos restos descansan en panteones de Reynosa.

Los cementerios se vieron prácticamente solitarios, entre ellos los municipales así como los particulares.

Una de las pocas familias que estuvieron a recordar a quien se les adelantó en el camino, fue la familia Castillo Castañeda, quienes llevaron flores de propias de la época así como aprovecharon también para hacerle algunas mejoras a la tumba.

Dijeron con mucha tristeza que esta vez estará en la mesa por la cena de noche buena y la navidad, una silla desocupada por la ausencia de su familiar que ya descansa el sueño eterno.

Otras personas también fueron vistas en el panteón municipal Sagrado Corazón de Jesús, igualmente visitando a sus parientes fallecidos.

Por su parte, los locales de venta de flores y arreglos, también reportaron ventas aunque no en el nivel esperado, pero tuvieron movimiento comercial en el transcurso del día, en el que la mayoría de los habitantes de Reynosa se alistaban para preparar  y disfrutar la tradicional cena de noche buena.