Se desbordan campamentos
Los refugios improvisados de haitianos y centroamericanos invaden las calles de las colonias Aquiles Serdán, Carmen Serdán y el ejido Longoria
Continúan creciendo los campamentos callejeros que migrantes en Reynosa han hecho en predios abandonados, estacionamientos y diversos inmuebles de colonias como Aquiles Serdán, Carmen Serdán, ejido Longoria, y otras de alrededor.
Se caracterizan con casas de campaña, pedazos de tela o cobijas para improvisar techos, pero ante la necesidad de tener un espacio para dormir hay quienes los hacen con pedazos de lonas publicitarias o plásticos reciclados.
Los campamentos comenzaron a crearse en mayo, luego de que una comunidad de al menos dos mil migrantes fuera desplazada de la Plaza de la República, y actualmente se contabilizan cientos de casas.
Las historias de los migrantes que pernoctan en estos sitios, provienen de países como Centroamérica y Haiti en su mayoría, son variadas, pero la desesperación, sufrimiento y necesidad de encontrar asilo en Estados Unidos son un constante.
"Tenemos que limitar los espacios a familias que vienen con hijos pequeños, pero sabemos que no es suficiente, que por ejemplo muchas mujeres embarazadas, o con bebés están en la calle, es algo que nos preocupa muchísimo, por eso estamos en reuniones con autoridades para ver de qué manera podemos atenderlos mejor, tener nuevos espacios o que las solicitudes se atiendan más rápido", declaró Héctor Silva, director del refugio Senda de Vida.
El pasado miércoles se llevo a cabo en Reynosa la primera reunión interinstitucional para abordar las necesidades y problemáticas a las que se enfrentan, con la participación de autoridades estatales, locales, líderes de asociaciones civiles extranjeras, nacionales, así como personal dedicado a la defensa de derechos humanos. "Las autoridades ven el problema, muchas familias durmiendo en las calles, pasando frío, calor, lluvia, sin comida, sin baños, entonces se tiene que actuar", refirió Silva.
Los campamentos han invadido predios como la Casa del Indigente, donde directivos anunciaron que construirán una barda para desplazar a la comunidad y garantizar un libre acceso de unidades de emergencia, o de traslados de alimentos, que ya ha sido afectado.
También en los costados del Centro de Atención a la Juventud de Reynosa.
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