Se van los migrantes
Cada día sale de Reynosa unas 60 personas hacia a Estados Unidos para dar seguimiento a su solicitud de asilo
Todos los días desde Reynosa parten grupos de migrantes hacia Estados Unidos, de entre 50 a 60 personas y hasta en tres diferentes horarios, para dar continuidad a su trámite de asilo.
Por lo que se trata de hasta 180 beneficiarios al día, la mayoría familias provenientes de Centroamérica y Haití, que han recibido respuesta tras esperar varios meses en el albergue Senda de Vida I.
El director del lugar Héctor Silva de Luna, dijo que los procesos de selección corresponden a las autoridades extranjeras, con tiempos variables según el caso. "Ellos son los que analizan la situación de cada migrante, no hay una certeza de que cuanto tiempo esperarán, cuando llegan aquí y se inscriben sólo les pedimos que tenga paciencia, pero actualmente no tenemos problemas, se van entre 50 a 60 personas en tres turnos al día, nosotros los llevamos hacia el Puente Internacional".
Aunque diferente al otras ocasiones, también se hacen llamados a los "solteros", quienes el mes pasado se habían manifestado afuera las instalaciones por la tardanza en su trámite.
Por ello, Silva agregó: "Lo que paso es que ellos habían pagado abogados por su cuenta, pero ya algunos cruzaron y otros se fueron hacia otros puntos de la frontera, nosotros siempre les hemos ofrecido apoyo e incluso hay quienes se van sin pagar abogados, por que en realidad es un trámite humanitario".
Los migrantes que reciben el llamado son trasladados en camiones hacia el Puente Internacional Reynosa-Hidalgo, para cruzar al Valle de Texas.
Entre las 9 y 10 de la mañana se hacen las filas dentro del albergue, ahí se observan a las familias emocionadas con maletas y documentos en mano. "Hay emoción porque finalmente tendremos la oportunidad de una nueva vida, alejada de la violencia y amenazas en nuestro país, podré darle una mejor vida a mis hijos, oportunidades como ir a la escuela, tener un empleo bien pagado, algo que fue imposible para mi", dijo Carlos, migrante de Guatemala.
Pero aún y con las constantes salidas de migrantes la saturación no disminuye de las casas de asistencia ni de las calles.
Además el panorama para los próximos meses es que la cantidad siga incrementando.
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