Carestía y aviso de salud no quitan la sed de refresco
"Hay que decirlo, ya no hay que consumir Coca-Cola porque no es buena para la salud. Además de eso, le suben el precio", dijo el Mandatario a finales del año pasado
Las empresas tuvieron uno de sus mejores años en cuanto a ventas de refrescos, a pesar de que subieron los precios y las organizaciones y autoridades, incluido el presidente Andrés Manuel López Obrador, llamaron a evitar consumir las bebidas.
El director general de la Asociación Mexicana de Bebidas (MexBeb), Andrés Massieu, dio a conocer que el consumo de refrescos y el resto de las bebidas no alcohólicas tuvo un crecimiento de 4.1% el año pasado y llegó a 34 mil 200 millones de litros, superando el volumen de 2019, cuando se vendieron 32 mil 900 millones de litros y todavía no se declaraba la pandemia.
"El crecimiento anual de bebidas no alcohólicas en 2022 ha sido histórico.
"En los últimos 10 años, de 2013 a 2022, el crecimiento promedio compuesto fue de 1.9%, es decir, el avance de 4.1% del año pasado fue casi del doble de lo visto en la década", destacó Massieu en entrevista con EL UNIVERSAL.
"El desempeño de la industria ha sido positivo, nos alienta mucho el resultado de 2022 y me parece que la tendencia de crecimiento continuará de forma similar, sobre todo cuando ha sido una industria que respondió de forma positiva a la pandemia, que modificó hábitos y consumos... la industria ha sabido salir adelante y tiene el compromiso de tener productos de alta calidad y según los estilos de vida de las personas", agregó.
Los hogares nacionales consumen más refresco a pesar de que la bebida se encareció en promedio 11.2% el año pasado y fue su mayor aumento desde 2014, de acuerdo con los registros del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
El líder de la MexBeb reconoció que las bebidas carbonatadas se "volvieron más caras", pero "el consumo no se vio afectado por el tema inflacionario".
"El costo de la producción y los insumos para los productos se volvieron más caros, y esto se tradujo en costos más elevados para el consumidor, pero el consumidor toma decisiones de hacia dónde orientar su gasto y a lo mejor sacrifica otros productos y servicios, pero en sus preferencias tiene a las bebidas", dijo.
La industria también resistió las recomendaciones que llevaron a cabo el presidente López Obrador y organismos no gubernamentales para evitar el consumo de refresco.
"Hay que decirlo, ya no hay que consumir Coca-Cola porque no es buena para la salud. Además de eso, le suben el precio", dijo el Mandatario a finales del año pasado.
La organización El Poder del Consumidor señala que las bebidas con edulcorantes no son para niños e incluso la normatividad de etiquetado de alimentos y bebidas pide que se lleve la etiqueta de: "contiene edulcorantes, no recomendable en niños".
Sin embargo, el director de MexBeb comentó que hay estudios que demuestran que no hay daño alguno.
"Cuando no tienen azúcar, contienen edulcorantes no calóricos, que son resultado de muchos años de estudio e investigación, son ingredientes investigados (...) que han avalado ser seguros para la salud y han sido aprobados por autoridades sanitarias" en Estados Unidos.
"Se quiere culpar a las bebidas saborizadas de la obesidad o diabetes, pero datos oficiales muestran que el consumo de bebidas saborizadas es menor a 10% de la ingesta calórica de los mexicanos, de acuerdo con la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, por sus siglas en inglés) y el Inegi", añadió.
La FAO señala que la dieta de un mexicano es de 3 mil 174 calorías diarias y en el caso de bebidas saborizadas solamente representan 162 calorías de ese total, señaló el empresario.
"El problema de obesidad no se debe atribuir a un alimento o bebida", expuso.
Aseguró que la MexBeb busca impulsar a las empresas de bebidas no alcohólicas a producir un mayor número de productos bajos en calorías, y se espera incrementar el porcentaje de 55% a 75%. Esto incluye incluso botellas de agua natural.
"En esta industria estamos conscientes de la problemática [de la obesidad] y por eso se busca que haya más productos bajos en calorías, hay relanzamiento de nuevos productos y reformulación, pero no podemos culpar a un actor... La obesidad no se debe atribuir a un solo producto", finalizó.
De enero a marzo, el SAT recaudó 8 mil 314 millones de pesos por el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios a bebidas saborizadas, lo que superó los ingresos programados de 7 mil 953 millones.
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