¿De qué están hechas las colaciones que se dan en las posadas?

A diferencia de cualquier otro dulce típico mexicano, las colaciones no son fáciles de conseguir a lo largo del año, pues llegan a los mercados solamente durante las fiestas y posadas decembrinas.

Estas golosinas son indispensables en las bolsitas de dulces conocidas como aguinaldos, en la piñata o al momento de arrullar al niño Dios. Se distinguen por sus colores rosa, amarillo azul y blanco, además que su elaboración no requiere mucho presupuesto.

¿CUÁLES SON LOS DULCES DE LA COLACIÓN?

Las colaciones son dulces pequeños, casi del tamaño de un cacahuate. Tienen una textura rugosa, pero en su interior se aloja un relleno que puede ser de naranja, almendra, avellana o jarabe de anís.

Este dulce navideño está recubierto de fécula de maíz y azúcar glas, ingredientes que le dan un toque crujiente. Aunque también se elaboran con superficies lisas y envueltas de chocolate.

Son una de las golosinas más preciadas por los mexicanos, ya que se elaboran de manera artesanal.

La colación como se conoce hoy en día se inventó en 1926. Consuelo Anaya de Pérez, de España, y su marido Fernando Pérez García fundaron la fábrica "Hispano-Mexicana", donde elaboraban todo tipo de productos azucarados de manera casera, detalla el Diccionario Larousse.

La pareja dio origen a las colaciones y, sin imaginarlo, le regalaron al mundo uno de los postres más característicos de las fiestas de diciembre en el país.

¿POR QUÉ SE LE LLAMA COLACIÓN?

Consuelo Anaya de Pérez decidió llamarle "colación" a este dulce para honrar un paisaje del sur de España.

Aunque se trata de una golosina pequeña, su elaboración toma hasta un mes. Primero se prepara la base de azúcar pulverizada, se rellena y necesita de un tiempo de secado de hasta tres semanas.

Posteriormente se realiza el proceso de blanqueado, el cual permite que la colación se solidifique y adquiera una textura firme. Finalmente, estos caramelos deben pasar por ollas giratorias para agregarles más azúcar y pintarlos.