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Ejercicios para conocer tu sistema nervioso

La ciencia demuestra que la regulación de nuestro sistema nervioso es un aspecto imprescindible cuando hablamos de salud, tanto física como emocional

  • Por: NEREA MORENO
  • 03 AGOSTO 2024 - .
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La ciencia demuestra que la regulación de nuestro sistema nervioso es un aspecto imprescindible cuando hablamos de salud, tanto física como emocional.

En las últimas décadas ha incrementado considerablemente el estudio y la información relacionada con el sistema nervioso. A día de hoy, es mucha la evidencia que avala la gran importancia que tiene en nuestro día a día este aspecto de nuestro organismo.

De hecho, la ciencia demuestra que la regulación de nuestro sistema nervioso es un aspecto imprescindible cuando hablamos de salud, tanto física como emocional. Además, tiene un importantísimo impacto en la forma de relacionarnos tanto con otras personas, como con el mundo y con nosotros/as mismos/as.

¿A qué nos referimos cuando hablamos de sistema nervioso? ¿Por qué es importante conocerlo? ¿Siempre se mantiene de la misma forma o es cambiante? ¿Cómo podemos llegar a tener más consciencia de nuestro propio sistema nervioso? Todas estas preguntas se responderán a lo largo de este artículo.


¿QUÉ ES EL SISTEMA NERVIOSO?

Tal y como el autor Stephen Porges ha demostrado a lo largo de diversas décadas estudiando y perfeccionando su trabajo, conocido como Teoría Polivagal, el sistema nervioso es el encargado de la gestión y el manejo de la información. En su trabajo, Porges se centra en el estudio del sistema nervioso autónomo (SNA). Así pues, nos centraremos en este.

Nuestro SNA es el encargado de realizar de forma automática todas las funciones de nuestro organismo que son imprescindibles para la supervivencia. La digestión, la respiración y el latido del corazón son ejemplos de este crucial papel. Además, se encarga de revisar constantemente si estamos en peligro o en seguridad.

Todos estos procesos suceden de forma inconsciente e involuntaria. En base a la información que nuestro sistema nervioso autónomo registra, pondrá en marcha respuestas de protección o conexión de forma automática. Toda esta información se da en el cuerpo mediante cambios en nuestros estados fisiológicos.

Posteriormente, toda esta información es transmitida al cerebro. Cuando esto sucede, nuestro cerebro se ocupa de interpretar dicha información, aportar una narrativa a la historia y darle un sentido. Para ello, se basa en aspectos como nuestros valores, creencias, experiencias pasadas y, por supuesto, nuestras heridas emocionales.


PRINCIPALES COMPONENTES

Siguiendo la propuesta de S. Porges en su teoría polivagal, a día de hoy sabemos que son tres las principales vías que componen nuestro sistema nervioso autónomo. En base de la vía que se active, las respuestas serán unas u otras y, por tanto, la historia que nuestro cerebro genere posteriormente también variará.

Se plantea que estos tres principales componentes son como una escalera por la cual "subimos" y "bajamos" a lo largo del día. En ese desplazamiento, dependiendo del punto en que nos encontremos, las experiencias y la forma de interpretarlas baja.

En la parte superior de la escalera, encontramos la vía vagal-ventral. Esta pertenece a la vía parasimpática del sistema nervioso autónomo. Cuando estamos en este estado, nuestro organismo percibe seguridad. Por ello, el compromiso social y la conexión son posibles.

El siguiente peldaño de la escalera, el del medio, es la rama simpática del sistema nervioso autónomo. Esta se activa cuando sentimos inquietud, angustia, nerviosismo... En otras palabras, nuestro sistema nervioso se detecta en peligro y pone en marcha respuestas de movilización hacia la lucha o la huída.

Finalmente, en la parte inferior de la escalera se activa la vía vagal-dorsal, que también forma parte de la rama parasimpática del sistema nervioso autónomo. Cuando esto sucede es porque nuestro organismo siente que todos los demás recursos han fallado. Así pues, nuestro sistema activa respuestas de inmovilización, colapso y disociación.


¿POR QUÉ ES IMPORTANTE CONOCERLO?

Teniendo en mente todo lo que se ha expuesto hasta el momento, podemos considerar que uno de los principales motivos para conocer nuestro sistema nervioso es la importancia que tiene en la posterior interpretación de nuestras vivencias. Como decíamos, la narrativa que nuestro cerebro da a lo que vivimos depende, en gran medida, del estado de nuestro SNA.

Por si fuera poco, el estado de nuestro sistema nervioso también tiene un fuerte impacto sobre el bienestar físico, emocional y mental. Cuando pasamos demasiado tiempo en un peldaño de la escalera, sin poder movernos por ella de forma fluida, aparece sintomatología, con mayor o menor intensidad, en las diferentes áreas de la vida de una persona.


EJERCICIOS PARA CONOCER TU SISTEMA NERVIOSO AUTÓNOMO

Son diversas las estrategias que podemos llevar a cabo para empezar a conocer el estado de nuestro sistema nervioso. Uno de los principales factores es la toma de consciencia sobre nuestro cuerpo, nuestras sensaciones corporales y nuestro estado fisiológico.


Para ello, podemos empezar buscando un momento del día en que tengamos tiempo suficiente como para dedicarnos a nosotros/as mismos/as y observar desde la curiosidad, sin juicio. En este proceso, puede ser realmente útil hacernos preguntas que nos sirvan como guía y nos ayuden a mirar hacia adentro. Algunas de ellas podrían ser:


¿Cómo está mi respiración en este momento?

¿Puedo notar a qué velocidad va el latido de mi corazón?

¿Hay tensión en alguna parte de mi cuerpo?

¿Noto alguna parte de mi cuerpo que esté relajada?

¿Qué sensaciones corporales puedo identificar en este momento?

¿Con cuánta intensidad las puedo notar?

¿Qué pasa en el resto de mi cuerpo cuando identifico una parte tensa o una parte relajada?

¿Hay algún cambio si dedico unos instantes a observar estas sensaciones?

Mapeo del sistema nervioso

La famosa trabajadora social Deb Dana se ha encargado de divulgar sobre la aplicación de la teoría polivagal tanto en procesos terapéuticos como en el día a día. A continuación veremos una de sus principales propuestas, que puede encontrarse junto con otras de forma detallada en sus libros, para conocer nuestro sistema nervioso autónomo y su estado.

El mapeo de nuestro SNA nos permite también tomar conciencia del impacto que este tiene sobre la interpretación que hacemos del mundo, de nuestras relaciones y de nuestra propia persona. La realización de este ejercicio puede ser realmente útil para, posteriormente, identificar con más facilidad el estado del SNA.

La idea principal es poder buscar un ejemplo de cada uno de los peldaños de la escalera (se recomienda comenzar por el del medio o el del final, pero dejando siempre el estado regulado —la vía vagal-ventral— para el final). Se trata de buscar ejemplos que permitan conectar con la energía de cada estado, sin que resulten abrumadores o desbordantes.

Una vez identificada cada situación, la autora propone preguntarse qué sensaciones corporales estamos sintiendo, si podemos asociar un color a ese estado, cómo percibimos el mundo y cómo nos percibimos a nosotros/as mismos/as.

A modo de ejemplo, al intentar conectar con la energía de la rama simpática (movilización a la acción) podríamos pensar en un día que llegamos tarde a algún sitio y vamos corriendo a la parada del autobús, por ejemplo, porque vemos que se acerca y no queremos perderlo. Si esto resultara desbordante para la persona, habría que buscar una situación menos intensa.


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