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Seis dominios que un terapeuta especializado en adicciones debe tener

Estos son los dominios que deben estar presentes en el trabajo del terapeuta experto en adicciones

  • Por: AGENCIAS
  • 09 MARZO 2023 - .
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La manera adecuada de ofrecer ayuda profesional a esta clase de pacientes no es contar con formación genérica en salud mental.

Una de las características de los problemas de salud mental es que bajo este concepto tan amplio hay toda una diversidad de alteraciones psicológicas y neurológicas que tienen sus propias maneras de funcionar. Es por eso que cada tipo de psicopatología o desorden neuropsicológico requiere de estrategias terapéuticas diferentes, y en consecuencia, también terapeutas con competencias ligeramente distintas.

En este artículo vamos a centrarnos en los trastornos adictivos y veremos cuáles son los principales dominios que un terapeuta especializado en adicciones debe tener. Para ello partiremos de la idea de que la manera adecuada de ofrecer ayuda profesional a esta clase de pacientes no es contar con formación genérica en salud mental, sino habiendo pasado por una especialización.

¿CUÁLES SON LOS DOMINIOS QUE DEBE POSEER UN TERAPEUTA ESPECIALIZADO EN ADICCIONES?

Los trastornos adictivos presentan algunas particularidades que los convierten en una de las patologías neuropsicológicas más complicadas de tratar, debido a su capacidad para afectar globalmente tanto al sistema nervioso del paciente como a sus relaciones personales, hábitos y patrones de comportamiento en general. Por eso, al buscar ayuda profesional para tratar y superar una adicción, es necesario elegir a un equipo de terapeutas especializados en las adicciones y con experiencia en dicho ámbito, para evitar el riesgo de que no dispongan de los dominios y aptitudes que veremos a continuación.

1. CAPACIDAD DE APRENDER DE LOS ERRORES

Parte del éxito del tratamiento de las adicciones pasa por ser capaces de revisar las hipótesis sobre las que, como terapeuta, se ha estado trabajando. A veces ocurre que a lo largo de la terapia surgen nuevos datos que obligan a revisar todo lo que se creía saber sobre el paciente, algo muy común al intervenir en adicciones ya que, debido a la ambivalencia de muchos pacientes en su actitud hacia la terapia, no son raras las ocasiones en las que ocultan información al principio.

Del mismo modo, un buen terapeuta especializado en las adicciones sabe que únicamente monitorizando el progreso de la terapia es posible saber si se están ofreciendo soluciones eficaces para cada paciente, ya que no hay soluciones infalibles que simplemente haya que aplicar tal y como se indica en los manuales clínicos.

2. ESCUCHA ACTIVA

De poco sirve tener los conocimientos para ayudar a un paciente que sufre una adicción si este no se siente escuchado y apoyado. Por eso, es muy importante que los terapeutas desarrollen capacidad de escucha activa, para exteriorizar claramente que prestan atención y se preocupan por comprender el caso particular del problema que sufre cada paciente.

3. ASERTIVIDAD

Las personas que han desarrollado una adicción tienden a externalizar las causas de sus problemas; por ejemplo, muchas veces les cuesta reconocer que sus cambios de humor no son siempre culpa de los demás, en parte debido a la irritabilidad y a la facilidad con la que se frustran debido al malestar de la abstinencia. Por eso, los terapeutas especializados en el tratamiento de las adicciones desarrollan la habilidad para hacerles críticas constructivas a esos pacientes, de modo que no aparecer un conflicto evitable o un enfado que pueda dar pie a recaer en la adicción.

4. CLARIDAD COMUNICATIVA

Aunque los terapeutas expertos en adicciones tengan formación altamente cualificada en un ámbito lleno de tecnicismos y de jerga académica, buena parte de su trabajo consiste en ayudar a las personas a entender qué problema de salud mental han desarrollado ellos o sus seres queridos (en el caso de los familiares de los pacientes). Tener la capacidad de explicar de un modo sencillo y pedagógico qué es una adicción, cuáles son sus implicaciones en la vida de la persona y de la gente de su entorno, y qué hacer al respecto, es necesario para crear un círculo social de apoyo a la persona adicta; familiares y seres queridos que comprendan lo que es un trastorno adictivo, no estigmaticen al paciente y lo ayuden en la medida de sus posibilidades.

5. CAPACIDAD ANALÍTICA

A pesar de que la adicción está descrita como enfermedad en los manuales diagnósticos, no hay que olvidar que cada persona la vive a su manera, y no hay que dar nada por sentado. Además, la persona que sufre el trastorno adictivo no tiene por qué ser perfectamente consciente de lo que le ocurre, precisamente porque esta patología sesga su percepción de su comportamiento y de sus hábitos; por ello, no se puede depender totalmente del modo en el que el paciente describe su adicción.

Por eso, en la intervención terapéutica ofrecida a los pacientes con adicciones es necesario saber identificar aspectos relevantes tanto en lo que dicen como en lo que hacen para que, a partir de esos pequeños detalles, sea posible delinear las características de su manera de experimentar el trastorno adictivo.

6. AUTOCONTROL Y EMPATÍA

Las personas que sufren adicciones suelen experimentar momentos en los que sus seres queridos reaccionan con enfado y sentimiento de frustración ante sus recaídas en las drogas, los juegos de azar, etc. Este tipo de acciones generan un estrés extra que predisponen a la persona a seguir ahondando en la adicción para tratar de lidiar con ese malestar. Los terapeutas no pueden comportarse de ese modo ni caer en la trampa de pensar que la persona con una adicción lo es por propia decisión o por poca "fuerza de voluntad"; debe adoptar una mentalidad basada en el autocontrol y la empatía para evitar que la persona que necesita ayuda se distancie del profesional que le ofrece tratamiento.

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