En México es distinta

Ciudad de México

Al llegar a México, empezó a escuchar cotidianamente las desgarradoras letras de Juan Gabriel y José José. También, a ver grandes muestras de cariño, que poco a poco le permitieron quitarse la coraza que siempre llevó.

"Me daba mucho miedo que la gente escuchara cosas que de verdad me pasaban. Ahora es todo lo contrario: quiero salir con un megáfono a contarlas, por eso lo hago en las canciones. Hubo un avance en derribar esos miedos. Como compositora y persona, me volví más honesta con mis sentimientos.

"Todo mi camino se ha tratado de destruir esos muros que pongo, y en México me he sentido más libre en ese sentido, porque la gente es muy cariñosa. Los abrazos están muy presentes, eso me ayuda a ablandarme y soltarme con las letras", reflexionó la cantautora, en entrevista.

Su emotividad la ha plasmado de forma abierta en temas como "Vete de una Vez" y "Provincia", en los que resalta la nostalgia, lo que le ha permitido conectar con sus fans de una manera que agotaron, en menos de 24 horas, las entradas para su concierto del 22 de septiembre en el Teatro Metropólitan.

A propósito, Spalla anunció su primera presentación en el Auditorio Nacional para el 8 de febrero de 2024, algo que ve como una muestra clara de que todo su esfuerzo ha valido la pena y que, junto con su próximo disco, Dara, significa que vive uno de sus momentos más plenos.

 "Tengo una imagen de lo que han sido mis últimos tres discos: en Camas Separadas me caí a un río con una corriente bastante adversa y tenía que aprender a nadar, toda esa odisea está narrada. En Puro Teatro ya estoy disfrutando el nado sin mucha necesidad ni ansiedad de llegar a la otra orilla.

"En Dara ya llegué a tierra firme: hablo de mí, de cómo he aprendido a cuidarme. Me reconozco en tierra firme a nivel emocional, reconciliada con la idea del amor", dijo. (Reforma)

La argentina estrenará el álbum en octubre, pero ya ha liberado los sencillos "Flores", "Canciones Tristes" y "Calle sin Salida", que expresan, literalmente, que ya no quiere canciones tristes.

También considera al material como una reconciliación con su versión adolescente, fanática de Britney Spears, Christina Aguilera y Backstreet Boys.

"En secundaria me la pasaba todo el tiempo cantando. Hacía un show donde fuera, en el recreo, y mis compañeros se reían y me decían Dara, una derivación de mi nombre. Después, cuando empecé a estudiar jazz, empecé a construirme prejuicios contra el pop, de que es muy superficial.

"Cuando empecé a grabar este disco sentí que se estaba yendo muy al pop. Durante el proceso me preguntaba qué cosa me daría miedo, qué cosas desaprobarían mis compañeros de jazz, y sabía que eso es justo lo que tenía que hacer".