Temen por sus vidas por desborde del río
Constatan vecinos que las turbulentas aguas del Bravo están a sólo unos metros de sus hogares
Muchas familias que no tienen a dónde acudir a pasar la noche o incluso algunos días, viven con el Jesús en la boca, luego de que constataron con sus propios ojos, que las turbulentas aguas del Bravo, que se encuentra embravecido por las lluvias que dejó el huracán Hanna, están a solo unos metros de sus hogares.
Fue la joven Cristal Pérez, residente de El Rosario, quien lanzó un llamado de auxilio a las autoridades de los tres niveles de gobierno, pues dijo que a solo unos metros de su vivienda, se encuentra el río a punto de desbordar.
La joven precisó que hasta ahora, no se les ha ofrecido un refugio o reubicación temporal, por lo que aumenta el temor a que el agua, que está a solo unos centímetros de desbordar el Bravo, pueda alcanzar a las familias a pocos metros.
Lo distante del ejido y la falta de infraestructura que proteja de desbordamientos a El Rosario, deja a los lugareños en una encrucijada: quedar en la calle en temporada de lluvias o quedarse en su hogar, esperando lo peor, si el caudal del río binacional se desborda.
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