Ser suaves por dentro y crujientes por fuera es el gran encanto de los empanizados. Pero si se trata de experimentar otro tipo de crunch, el pan molido puede sustituirse por amaranto, quinoa, ajonjolí, almendras, cacahuates...
¿Se pueden conseguir unas alitas perfectamente crujientes sin tener que freír? ¡Por supuesto! El secreto está al alcance de tu mano: seguramente, en tu propia alacena.
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