El Egipcio

En 1995 en Ciudad Juárez se vivía una psicosis porque varias mujeres habían sido asesinadas y sus cuerpos abandonados en el desierto.

La Policía de Chihuahua no tenía ninguna pista de los responsables.

De pronto saltó a la escena un hombre de nacionalidad egipcia quien fue denunciado por una sexoservidora de agresión sexual.

Abdel o Abdul Latif Sharif Sharif fue arrestado en una elegante casa del fraccionamiento más exclusivo de Ciudad Juárez.

Su perfil era diferente a cualquiera delincuente. Era extranjero, atractivo, educado, ingeniero químico y poseer de varias patentes.

Inclusive la lujosa residencia en donde vivía era pagada por una empresa extranjera en la que Sharif Sharif trabajaba.

Parecía irónico que una sexoservidora acusara de violación al hombre que contrató para tener relaciones sexuales.

La detención del egipcio parecía un alivio para las autoridades porque necesitan presentar a un presunto responsables de los crímenes y por fin ya tenían a alguien a quien acusar de algo.

Rápido se ganó el mote de “El Destripador”, “El Depredador” y “El Chacal de Ciudad Juárez”.

¿Pero quién es el egipcio? Sharif Sharif nación el 19 de septiembre de 1957. Fue hijo único y durante su infancia sufrió abuso sexual por parte de su padre y de otros adultos mayores. 

Había quedado huérfano de madre durante su niñez. A la edad de 12 años fue comprometido en matrimonio con una niña de 10 años, pero el matrimonio no se realizó porque Sharif no quiso cumplir la palabra. 

El rompimiento de matrimonio no fue del agrado de su familia y una tía le lanzó un maleficio.

Su padre no quería que estudiara, pero Sharif era sobresaliente en los estudios. Así que sin consentimiento paterno viajó a la Universidad de El Cairo y se graduó de ingeniero químico.

Fue un alumno destacado. Sus calificación fue de 9.9. Fue maestro de preparatoria y de una universidad. Luego viajó a la Unión Soviética y finalmente obtuvo residencia para radicar en Nueva York.

Era 1970 y Sharif era un joven exitoso en su trabajo  y que ejercía un atractivo para las mujeres.

Se casó dos veces en Estados Unidos pero ambos matrimonios quedaron en divorcio porque Sharif golpeó a sus esposas. A la segunda le dejó inconsciente.

Luego empezó a tener problemas con la ley, principalmente acusado de violación y estuvo encarcelado cinco años.

Los juicios que enfrentó fueron pagados por las compañía química en la que prestaba sus servicios.

En busca de una nueva vida emigró a México y se instaló en Ciudad Juárez. 

Sus ingresos financieros provenían de una empresa que lo contrató, pero también gozaba de pago de regalías por patentes de fórmulas químicas que inventó.

El 3 de octubre de 1995 fue detenido acusado por una sexoservidora adicta de 19 años. La joven dijo que fue contratada por Sharif para tener relaciones sexuales pero que fue retenida durante tres días.

Se cateó su casa para encontrar pruebas de la acusación. Eran tiempos en que la Procuraduría de Chihuahua esta muy presionada por la sociedad para que esclareciera los crímenes de mujeres, así que Sharif era el candidato ideal.

Sharif convocó a la primera rueda de prensa internacional desde un penal en México. Su caso llamó la atención de la prensa mundial.

Denunció a policías ministeriales de tortura y aseguró que no era ningún asesinado.

Durante su reclusión seguían ocurriendo los crímenes contra mujeres y la Procuraduría aseguró que Sharif pagó a una banda de delincuentes para que cometiera los homicidios y lo exculparán de ser el asesino serial que rondaba en Ciudad Juárez.

Se le acusó de muchos crímenes, pero fue sentenciado a 30 años en prisión por el crimen de Silvia Rivera, aunque nunca se ha establecido con claridad sí fue el culpable.

Pero no cumplió su sentencia porque murió el 2 de junio del 2006 en la prisión de Ciudad Juárez. La causa fue un paro cardíaco.

Curiosamente luego de la muerte del Sharif los homicidios contra mujeres continúan.