Todo lo que construyó quedó bajo el agua

Con el corazón apretado y tres pequeños compañeros en sus brazos tuvo que salir de su hogar sin nada más que la ropa que llevaba puesta y en sandalias, llena de desolación, en medio de la tristeza y las lágrimas.

La tormenta del jueves por la tarde no sólo trajo lluvia, también dejó historias de pérdidas totales al interior de las viviendas.

"Salí con el agua en pecho con mis gatitos arriba en un contenedor de plástico; son lo único que tengo y no los podía dejar por ningún motivo", dijo Marina González, de la colonia del Valle.

Su casa está a unos metros del Dren de las Mujeres que se salió de control de su cauce, invadiendo las viviendas, dejando dolor y afectaciones económicas.

"Fue algo inesperado, nunca había pasado así, se había inundado, pero nunca el agua llegó a esos niveles; regresé más tarde, pero ya no pude entrar a mi casa. Si abría la puerta ya no había forma de cerrarla por la fuerte corriente que empujaba", relató.

Las aguas arrasaron con todo: su ropa, los electrodomésticos, el refrigerador, la sala, la cama, el comedor, todo lo que construyó con mucho esfuerzo y sacrificio quedó bajo el agua y el lodo.

Lo que una vez fue su refugio ahora son sólo escombros y silencio, pero pese a las adversidades climatológicas, la pérdida de todas sus pertenencias, ayer por la mañana regresó; el nivel del agua ya había bajado y se dispuso a sacar la que había quedado.

"Me quedé sin nada", susurra con la voz quebrada, mientras acaricia a sus gatos, y aunque el agua le arrebató todo, no está completamente sola, ya que con amistades ha empezado a limpiar su casa.

Sabe que empezar de nuevo no será fácil, pero mientras tenga fuerzas y el cariño de sus fieles compañeros encontrará la manera de salir adelante.

"No hay más que salir adelante, trabajar de nuevo para hacernos de nuestras cosas; no hay más. Gracias a Dios estamos bien, es lo primero, lo material se puede lograr otra vez", finaliza con esperanza.